MEJILLONES CON SALSA PICANTE

miércoles, 8 de febrero de 2017

Receta mejillones con salsa picante

Aunque los fines de semana supone dar la vuelta a la casa y hacer lo que entre semana ha quedado pendiente debido a las obligaciones y al trabajo, el domingo me encanta tomarme un relax antes de comer y disfrutar con mi familia de algo de picoteo con un vino o una cerveza. Para esos momentos, yo soy muy tradicional, me encanta una cuña de un buen queso curado,  unas patatas fritas o unas aceitunas aliñadas, pero si además lo acompaño de unos mejillones picantes, el disfrute es total.

No sé si os he comentado, mi familia materna proviene de la comarca de la Maragatería, en concreto de un pequeño pueblo cerca de Astorga. Hasta hace muy poco me preguntaba por qué había tantas pescaderías en Madrid cuyos dueños que provenían de esa zona, de hecho mi abuelo fue uno de esos maragatos que un día partieron hacia la capital y montaron ese tipo de negocios.

Indagando por internet, descubrí que los primeros arrieros provenían de Astorga, y que en el siglo IX, tras la expulsión de los moros, con la repoblación, ellos fueron los encargados de transportar en sus mulos alimentos a Castilla, así traían el pescado en salazón desde Galicia hacia otras ciudades. Ésta tradición siguió hasta la llegada del ferrocarril, momento en el que los arrieros cayeron en el olvido y muchos de ellos montaron pescaderías en Madrid.


Disculpar todo el rollo que os he contado, simplemente para comentaros que el pescado en mi casa no falta, y además por tradición familiar,  siempre lo compro en las pescaderías de toda la vida, nada de grandes superficies, desde una sardina a un calamar, o desde una pescadilla a una caballa, desde unos mejillones a unas navajas... toda una suerte lo que el mar nos brinda.


En las fotos una preciosa pieza de la French Collection Affinity Mont Blue De Buyer

INGREDIENTES:

  • 1 Kg. Mejillones gallegos
  • 1 Cebolla
  • 2 Dientes de ajo
  • 300 g. Tomate frito casero
  • 1 Guindilla o cayena
  • 100 ml. Vino blanco 
  • 50 ml. Aceite de oliva virgen
  • 1 Hoja de laurel
  • Unas ramitas de tomillo
  • Perejil picado

ELABORACIÓN:

  1. Limpiamos muy bien los mejillones, poniéndolos debajo del chorro de agua fría, eliminando cualquier resto de impurezas.
  2. Una vez limpios volcamos sobre una cazuela, añadimos el vino y la hoja de laurel, tapamos y dejamos cocinar a fuego fuerte hasta que se abran. 
  3. Una vez abiertos, colamos el líquido, retiramos los pelillos de dentro de los mejillones y si queremos quitamos una de las conchas y reservamos.
  4. En una sartén ponemos el aceite de oliva virgen, añadimos la cebolla cortada en brunoise y los ajos laminados y dejamos cocinar a fuego lento hasta que estén completamente pochados.
  5. Incorporamos el tomate frito a la sartén y medio vasito del líquido de abrir los mejillones. 
  6. Añadimos el picante dependiendo de nuestras preferencias y las ramitas de tomillos y dejamos cocinar hasta que se reduzca el líquido y se concentren los sabores.
  7. Pasados unos minutos, volcamos el contenido de la sartén sobre los mejillones reservados y espolvoreamos con perejil picado. Servimos a continuación bien calientes.


Os invito a que animéis a preparar ésta receta, es una propuesta deliciosa para compartir en familia con la que no podréis resistiros a mojar pan.



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